Redacción Invertix
Trump perdona al fundador de Binance y reaviva el debate sobre las criptomonedas
El presidente Trump sorprendió a los mercados al anunciar el perdón presidencial a Changpeng Zhao, conocido como “CZ”, fundador de Binance, la mayor plataforma de criptomonedas del mundo. Zhao había sido condenado en 2024 a cuatro meses de prisión por no mantener un programa efectivo contra el lavado de dinero, luego de que Binance aceptara pagar más de 4 000 millones de dólares en multas al gobierno estadounidense.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, defendió la decisión afirmando que la administración Biden había “perseguido injustamente” a Zhao y a la industria cripto en general. Según Leavitt, el indulto busca corregir lo que consideraron una sentencia “excesivamente dura” en un contexto de creciente hostilidad hacia las monedas digitales.
Durante una mesa redonda en Washington, Trump afirmó que actuó por recomendación de “gente muy respetada” y negó tener vínculos personales con Zhao. No obstante, la decisión ha despertado críticas por posibles conflictos de interés: la familia Trump mantiene estrechos lazos con Binance a través de su empresa de activos digitales, World Liberty Financial, alojada en la misma plataforma y responsable de lanzar su propio token.
De acuerdo con estimaciones del Wall Street Journal, esta firma habría aportado más de US$5,000 millones de dólares al patrimonio familiar, superando incluso el valor de los bienes raíces del expresidente.
Desde su regreso al poder, Trump ha pasado de ser escéptico a convertirse en uno de los principales promotores de las criptomonedas, prometiendo convertir a Estados Unidos en la “capital cripto del planeta”. Su administración también ha favorecido a otras figuras del sector, incluyendo el perdón de Ross Ulbricht, creador de Silk Road, y el retiro de cargos civiles contra el empresario Justin Sun.
Binance y el papel de las criptomonedas
Binance es una de las mayores plataformas del mundo para comprar, vender o almacenar criptomonedas. Funciona de forma similar a un banco, pero sin custodiar directamente el valor del dinero: el usuario controla sus claves privadas y, por tanto, la propiedad de sus fondos digitales. Su atractivo radica en la rapidez, privacidad y disponibilidad global, aunque también ha sido criticada por su falta de supervisión y por servir de canal para transacciones difíciles de rastrear.
La criptomoneda, en esencia, es dinero digital cifrado creado por entidades independientes, no por gobiernos ni bancos. Su valor depende de la confianza del mercado, lo que explica su volatilidad. A diferencia del dinero “duro” emitido por bancos centrales, las criptomonedas operan en un sistema descentralizado gestionado por programas informáticos y no por personas.
Esto permite que cualquier ciudadano del mundo participe en un ecosistema financiero global, aunque también implica riesgos: falta de regulación clara, alta volatilidad y posibles usos ilícitos. Pese a ello, millones de usuarios encuentran en plataformas como Binance una herramienta útil para enviar dinero, proteger su privacidad o escapar de monedas locales inestables.
Un futuro incierto, pero inevitable
El perdón a Zhao simboliza no solo una victoria política para el sector cripto, sino también el reconocimiento de que la tecnología blockchain ya forma parte estructural del sistema financiero global. Aun con sus controversias, el universo de las criptomonedas sigue expandiéndose y atrayendo tanto a gobiernos como a inversionistas que buscan posicionarse en la próxima gran revolución económica.
