El presidente de EE.UU., Joe Biden, anunció el martes un fuerte aumento de los aranceles sobre una serie de importaciones chinas, entre ellas baterías de vehículos eléctricos, chips informáticos y productos médicos, con lo que se arriesga a un enfrentamiento electoral con Pekín mientras corteja a los votantes estadounidenses que dan una baja nota a su política económica.

«Los trabajadores estadounidenses pueden trabajar y competir mejor que cualquiera siempre que la competencia sea justa, pero durante demasiado tiempo no ha sido justa», dijo Biden durante un discurso en la Rosaleda de la Casa Blanca ante sindicatos y empresas. «No vamos a permitir que China inunde nuestro mercado».

China prometió inmediatamente represalias. Su Ministerio de Comercio dijo que Pekín se oponía a la subida de aranceles de Estados Unidos y que tomaría medidas para defender sus intereses.

Biden mantendrá los aranceles puestos en marcha por su predecesor republicano Donald Trump, al tiempo que aumentará otros, entre ellos la cuadruplicación de los aranceles a los vehículos eléctricos hasta más del 100% y la duplicación de los aranceles a los semiconductores hasta el 50%.

Las nuevas medidas afectan a 18,000 millones de dólares en bienes chinos importados, incluyendo acero y aluminio, semiconductores, vehículos eléctricos, minerales críticos, células solares y grúas, dijo la Casa Blanca. La cifra de vehículos eléctricos, aunque acapara titulares, puede tener más impacto político que práctico en Estados Unidos, que importa muy pocos vehículos eléctricos chinos.

Estados Unidos importó 427,000 millones de dólares en bienes de China en 2023 y exportó 148,000 millones de dólares a la segunda economía del mundo, según la Oficina del Censo de Estados Unidos, una brecha comercial que ha persistido durante décadas y se ha convertido en un tema cada vez más sensible en Washington.

Redacción: Invertix