La ONU y España lanzan desde Sevilla el primer paso hacia una “reforma histórica” de la deuda global

La ONU y España lanzan desde Sevilla el primer paso hacia una “reforma histórica” de la deuda global

Un nuevo foro internacional frente a la crisis de la deuda global

El Foro de Sevilla sobre la Deuda, impulsado por la ONU y el Gobierno de España, busca dar respuesta a una de las mayores amenazas macroeconómicas actuales: el creciente peso de la deuda en las economías en desarrollo. Este espacio de diálogo pretende generar un cambio estructural en las reglas financieras globales, promoviendo mecanismos de préstamo más justos y transparentes, así como procesos de reestructuración más ágiles que eviten la asfixia fiscal de los países de bajos ingresos.

La magnitud del problema

Más de 3400 millones de personas viven hoy en países que destinan más recursos al pago de la deuda que a sectores esenciales como salud o educación. Según datos del Secretario General de la ONU, los países en desarrollo pagan anualmente 1,4 billones de dólares en servicio de deuda, una carga que limita la inversión productiva y agrava la desigualdad global. En términos económicos, esto representa una transferencia neta de capital desde el Sur hacia los acreedores del Norte, profundizando los desequilibrios estructurales del sistema financiero internacional.

Sevilla como punto de inflexión

El foro nace como continuidad de los compromisos asumidos en la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo (FFD4), celebrada en junio en Sevilla. Bajo este marco, se acordó el llamado Compromiso de Sevilla, una hoja de ruta orientada a mejorar la arquitectura financiera global. Entre sus objetivos se incluyen la reducción de los costos de endeudamiento, la creación de procedimientos de reestructuración equitativos y la consolidación de un sistema basado en la transparencia y la rendición de cuentas.

Hacia una reforma estructural del sistema financiero

El proceso busca redefinir los principios de endeudamiento y préstamo responsable, fortaleciendo los mecanismos preventivos frente a futuras crisis. En paralelo, el Foro de Países Deudores, creado también en Sevilla, servirá como plataforma para coordinar estrategias, compartir experiencias legales y técnicas, y amplificar la voz colectiva de los países más vulnerables. La meta económica es clara: evitar que el servicio de deuda se convierta en un freno al desarrollo sostenible.

Implicaciones macroeconómicas

La concentración de deuda en condiciones desfavorables ha reducido el margen de maniobra fiscal de más de 60 economías emergentes, muchas de las cuales destinan ya más del 10 % de sus ingresos públicos a intereses. Este entorno restringe la política contracíclica, frena la inversión social y aumenta la dependencia de financiamiento externo. La propuesta del Foro apunta a restablecer un equilibrio global, donde el endeudamiento sea una herramienta de crecimiento y no un obstáculo para la estabilidad económica.

Una oportunidad para la justicia financiera

El desafío de la deuda global exige una respuesta coordinada entre gobiernos, organismos multilaterales y acreedores privados. El Foro de Sevilla representa un intento por modernizar una arquitectura financiera heredada de la posguerra, hoy insuficiente para afrontar los retos de la economía mundial. En palabras de António Guterres, “los países nunca deberían tener que elegir entre servir a su deuda o servir a su pueblo”. La justicia financiera, entendida como la capacidad de los Estados para invertir en su desarrollo sin comprometer su sostenibilidad fiscal, se perfila como el eje central de este nuevo esfuerzo internacional.