La inflación de la eurozona subió al 2.6% en mayo, según informó el viernes Eurostat, pero el dato, superior al esperado, no influyó en las apuestas del mercado sobre un recorte de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo la próxima semana.

Los economistas consultados habían pronosticado un aumento de 0.1 puntos porcentuales desde el 2.4% de abril.

La inflación subyacente, que excluye los efectos volátiles de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, aumentó al 2.9% desde el 2.7% de abril.

Se espera que el BCE recorte los tipos de interés en su reunión del 6 de junio, la primera reducción desde 2019. El banco central de los 20 países de la zona del euro inició su último ciclo de subidas en julio de 2022, sacando los tipos del territorio negativo al 4% actual.

Cualquier desviación de un recorte de 25 puntos básicos en la reunión de junio del BCE sería una gran sacudida para los mercados, tras semanas de fuertes señales de los responsables políticos.

A raíz de la lectura, los mercados monetarios siguieron confiando plenamente en un recorte en junio, seguido de sólo una reducción más en 2024.

Aunque la inflación general aumentó en mayo, se prevén fluctuaciones de la tasa en los próximos meses debido a los efectos de base del mercado de la energía y al desmantelamiento de los planes gubernamentales de apoyo fiscal en todo el bloque.

En conjunto, la cifra global se ha desacelerado significativamente desde un máximo del 10.6% en octubre de 2022, permaneciendo por debajo del 3% durante los últimos ocho meses consecutivos.

Sin embargo, es posible que los miembros del BCE presten más atención a la tasa de inflación de los servicios -un indicador clave de las presiones inflacionistas internas-, que subió del 3.7% al 4.1%.

En la reunión de la semana que viene, los miembros del BCE publicarán su última ronda de proyecciones de inflación y crecimiento, que proporcionarán más pistas sobre el ritmo y el nivel de los posibles recortes este año.

Redacción: Invertix