Panorama general de los datos económicos más recientes
La divulgación de indicadores este martes, tras la pausa estadística provocada por el cierre del gobierno federal, vuelve a poner a prueba la lectura del ciclo económico estadounidense. El entorno luce contradictorio: la inflación mayorista de septiembre registró un avance mensual de 0.3% y mantuvo la variación interanual en 2.7%, mientras que las ventas minoristas aumentaron 0.2%, pero el ajuste por precios muestra que el consumo real retrocedió ligeramente. Esta combinación, junto con un deterioro en el ánimo de los hogares, configura un escenario más incierto para los próximos meses.
Inflación al consumidor
El Bureau of Labor Statistics informó que el índice CPI-U avanzó 0.3% en septiembre, según los registros ajustados estacionalmente. En comparación con el mismo mes del año anterior, la inflación interanual alcanzó 3.0%, mostrando una aceleración moderada del costo de vida que se suma a las presiones ya observadas en la cadena de suministros y en los precios mayoristas.
Deterioro en la confianza del consumidor
La lectura más reciente de The Conference Board señala que la confianza de los hogares descendió hasta 88.7 en noviembre, su nivel más bajo desde abril. Los encuestados expresaron preocupación por los precios, los efectos de los aranceles, la dinámica política y las repercusiones del cierre gubernamental. Aunque podría observarse un rebote en diciembre, el informe refleja un aumento significativo del pesimismo respecto a la disponibilidad de empleo y al crecimiento de los ingresos en los próximos meses. Pese a algunos anuncios corporativos de recortes de personal, la tasa de desempleo permanece relativamente baja en 4.4%.
Señales mixtas desde la inflación mayorista
El informe de precios al productor evidencia que diversas empresas están absorbiendo parte del impacto de los aranceles para evitar trasladar completamente los aumentos al consumidor. La categoría de servicios comerciales, que representa los márgenes de mayoristas y minoristas, volvió a retroceder en septiembre. No obstante, el comportamiento es desigual entre sectores: los concesionarios de autos han reducido márgenes, mientras que otros comercios han optado por transferir íntegramente los mayores costos de adquisición.
Sectores que ajustan márgenes y sectores que trasladan costos
La información del PPI muestra que algunos segmentos están realizando ajustes para limitar el impacto en el consumidor final. Los comercios de artículos deportivos, calzado, ropa y joyería, así como ciertos mayoristas de maquinaria, papel y plásticos, han aplicado recortes en sus márgenes. En contraste, los comercios de televisores, computadoras, equipos audiovisuales, muebles y pisos registran aumentos en márgenes, lo que indica una mayor transferencia de costos al comprador final. Estas industrias dependen de forma significativa de bienes importados, por lo que los aranceles tienden a reflejarse de manera más directa en los precios al consumidor.