Redaccin Invertix
¿Qué son las acciones defensivas?
Las acciones defensivas corresponden a compañías que, por la naturaleza de su negocio, mantienen ingresos y beneficios relativamente estables en diferentes fases del ciclo económico. Se concentran en sectores de demanda inelástica, como consumo básico, salud, servicios públicos y telecomunicaciones, donde los bienes y servicios continúan siendo adquiridos aun en contextos de recesión o desaceleración. A diferencia de las empresas cíclicas, que dependen más directamente del crecimiento del PIB, las defensivas muestran menor sensibilidad a las fluctuaciones macroeconómicas y tienden a presentar una menor volatilidad relativa en el mercado.
Características y comportamiento
Las empresas defensivas se distinguen por su capacidad de generar flujos de caja consistentes y predecibles. Suelen mantener políticas de dividendos estables, lo que permite al inversionista recibir rendimientos periódicos incluso en tiempos de incertidumbre. Sus precios de cotización experimentan variaciones más moderadas frente a shocks macroeconómicos, lo que contribuye a reducir el riesgo de un portafolio. Este tipo de valores tiene además una correlación más baja con los ciclos de expansión y contracción económica, lo que explica su resiliencia en escenarios adversos.
Ejemplos de empresas defensivas
En el ámbito internacional se destacan compañías como Procter & Gamble y Coca-Cola en el sector de consumo básico, Johnson & Johnson y Pfizer en el sector salud, Duke Energy y NextEra Energy en el sector de servicios públicos, y Verizon y AT&T en el de telecomunicaciones. Estas empresas representan negocios con una demanda sostenida en el tiempo y con un modelo de ingresos que resiste mejor la volatilidad de los mercados. Su comportamiento más estable convierte a estas acciones en componentes fundamentales de carteras orientadas a la preservación del capital.
Estrategia en portafolios durante periodos de volatilidad
En entornos caracterizados por incertidumbre, ya sea por incrementos de la inflación, cambios en la política monetaria, crisis geopolíticas o caídas abruptas en los índices bursátiles, las acciones defensivas funcionan como un ancla de estabilidad. Su inclusión en el portafolio permite atenuar las pérdidas potenciales en sectores más cíclicos, favorece la diversificación y asegura un flujo de dividendos constante que contribuye al rendimiento total. No se trata de renunciar a oportunidades de crecimiento, sino de equilibrar el portafolio con activos capaces de sostener su valor y generar ingresos predecibles cuando las condiciones del mercado son adversas.
Consideraciones finales
Las acciones defensivas no garantizan inmunidad absoluta frente a las correcciones de mercado, pero sí representan una cobertura eficaz frente a escenarios de volatilidad. Su incorporación dentro de un portafolio diversificado fortalece la capacidad de preservación de capital y contribuye a lograr un balance entre estabilidad e incremento patrimonial en el largo plazo.
